Había una vez un presidente
muy rico, muy rico, que durante más de 35 años dirigió un país habitado por
gente muy pobre, muy pobre. Este hombre de negocios africano tuvo una hija, ‘la
princesa’, que siguió la estela de su progenitor invirtiendo en empresas
nacionales y extranjeras hasta convertirse en
la primera billonaria de África. Su dinero,
junto con el un selecto grupo de privilegiados, ha cambiado la historia
poscolonial. Portugal y Angola intercambian hoy sus antiguos
estatus respectivos de metrópoli y colonia. [...]
Assim começa o artigo
publicado, com data de hoje, no jornal espanhol "El Confidencial". É animador e
refrescante para o ego nacional de... Angola. Até quando teremos a Pátria
entregue a gente cuja competência se esgota na prática da corrupção?
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